Sin consignas y con independencia vemos como una semana analiza la política de impuestos que anuncia el gobierno, en otra se comenta la llegada de pateras y los problemas de la inmigración o el cierre de empresas, pero siempre con versiones nada convencionales ni «políticamente correctas» como acostumbramos a verlas en la prensa.
Junto con sus personajes imaginarios —a lo mejor son reales—, un viejo marino y una joven profesora, nos lanza aire fresco sobre el rostro con sus comentarios y análisis. La experiencia del marino, hombre vivido y socarrón y la visión pragmática de la profesora que, junto con la retranca «quevedesca» de su autor, nos ofrecen una divertida crónica del tema analizado.
Son opiniones que nos ayudan a meditar porque, ante tanta y tanta noticia, a veces pasamos por alto matices y claves que su autor nos desvela magistralmente.